Un juez, un jurado y muchos fuegos artificiales

Visto desde fuera no parece que el hecho de que la asistente reconozca que alguna vez le hizo un favor y enviara en nombre de la señora Gómez un email personal sea suficiente para justificar un delito de malversación de caudales públicos. El instructor no parece ser tan tiquismiquis con la presunció...
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