La infancia siempre es infancia (venga de donde venga)

Las palabras importan. Cuando hablamos de infancia no deberíamos distinguir —ni en letra ni en espíritu— entre quién nace aquí o allá, ni usar términos que rebajan la dignidad de niñas y niños extranjeros. La infancia no debe relativizarse según fronteras: sigue siendo infancia y, por tanto, merece...