La buena suerte de Nuria y José Manuel, los hosteleros que alimentaron a los bomberos de los incendios del verano: "No tenemos agujeros que tapar. ¿Qué voy a hacer, cambiar el coche?"
Les ha tocado el Gordo y encima su hijo acaba de ser convocado para jugar en el filial de la Ponferradina...
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