Maquillarse ya no es lo que era

El presidente se ha llevado a su esteticista a La Mareta y reclama sus servicios mañana y tarde. Se ha vuelto muy dependiente. Ella teme que acabe como Berlusconi o Putin...
El presidente se ha llevado a su esteticista a La Mareta y reclama sus servicios mañana y tarde. Se ha vuelto muy dependiente. Ella teme que acabe como Berlusconi o Putin...