Qué gran negocio, eh, Perico

Qué gran negocio, eh, Perico

«No teníamos morfina. A los dos meses se nos acabó el fentanilo. Hacíamos amputaciones o aperturas de abdomen nada más que con Ibuprofeno intravenoso», relata el médico Raúl Incertis tras volver de Gaza...

Redirecting to full article...