Sánchez llega tarde, otra vez

Ocho días. Ese es el tiempo que ha tardado Pedro Sánchez en interrumpir sus vacaciones en el palacio de La Mareta para visitar las zonas arrasadas por el fuego. Demasiados. Para quienes lo han perdido todo. Para quienes esperaban ver, tras el humo, un Estado fuerte y eficaz. Ni las súplicas de aux...