La clave del caso de Enrique: 54, 19, 12

El encuentro duró 54 minutos, que no es ni poco ni mucho sino todo lo contrario, tiempo suficiente como para que el padre monarca y el hijo pródigo se pusieran al día, de la enfermedad del primero y de la vida del segundo en el exilio californiano (dorado a veces y otras no tanto, como todo en la vi...
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