¿El alma de Europa está en juego?

“Como el maltratador con su pareja”, me explicó mi amiga, “te lleva la mayor parte del tiempo a los infiernos, pero a veces te lleva a los cielos”. A la espera, siempre, de aquel infrecuente pero maravilloso momento de felicidad, sigues a su lado. Su imprevisibilidad te tiene, como al perro, bajo to...
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