Invierta: ¡regale flores!

El caso es que, harto de ser ignorado en las calles por las ciudadanas de Barcelona y comarca –bueno, también las de Ultramar, Lugo y Valdemorillo–, he decidido pasear ramos de flores. Si estuviese en el lado bueno de la historia, lo que haría sería pasear un perro, como hacen todos los barcelonese...
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