Los hombres que venden a sus mujeres: “¿Qué le harías?”

Recordemos a Dominique Pelicot. Creó un espacio en el chat Coco en el que, en una suerte de autosatisfacción sexual perversa, ofrecía a otros usuarios beneficiarse de su mujer, Gisèle, mientras esta dormía. La cincuentena de agresores que años después fueron condenados a prisión no consideraron sufi...
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