Qué gracia, la flotilla

A pesar de estar tan ocupados, o quizá por eso mismo, hay en ellos –el masculino es intencionado, son hombres en su mayoría y en todo lo que hacen se destila una especie de camaradería varonil– un resquemor, un tono de constante exasperación, de señor enfadado con el mundo. Y en los años que han pa...
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