Adiós al discurso de la queja

Adiós al discurso de la queja

Seguro que si el inquilino de la Moncloa no fuera un correligionario de su partido –y uno de sus mejores amigos–, Illa hubiera hecho amago de alguna reivindicación, pero la verdad es que, al menos, en el turno de ayer fue tan políticamente correcto que cuesta encontrar alguna crítica o censura a alg...

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