Una paz fugaz como trozo de hielo

Dos años después, Israel y Palestina cruzan miradas, más por insistencia que por reconciliación. Pero ambos pueblos cargan con demasiadas cicatrices y traumas, y la paz exige un tipo de valentía que las guerras no enseñan: la de renunciar al odio aun cuando parece justificado...
Redirecting to full article...