Charlie Kirk, el aviso que nadie quiso escuchar

No busquen motivaciones complejas. No las hay. Sólo la ira destilada de jóvenes que han aprendido a disparar antes que a argumentar. Y no es un caso aislado. Robert Westman, un trans de 23 años, se voló la cabeza tras masacrar a dos niños en una iglesia católica. Antes de morir el asesino de Minneap...
Redirecting to full article...