Enrique Romero y el maestro Ruiz Miguel

Testigos que presenciaron aquella tarde en La Malagueta, me han llegado a decir que a lloraron viendo torear a David de Miranda. Así me lo contó recordando los pases de pecho un tipo duro y buen aficionado francés en Bilbao: «Me emocioné como hacía mucho tiempo. Me di cuenta que estaba llorando, no...
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