Santos Cerdán o el milagro de la bilocación

Para entendernos y bromas aparte, que esto es muy serio: no es que comiera dos veces, sino que se hacía con facturas, que el mismo validaba, de almuerzos varios celebrados en la misma fecha para de esa forma pagarse un sobresueldo. Y lo curioso -o no tanto- es que nadie en Ferraz reparó en el fenóme...
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