¿Escarmentarás tú en cabeza ajena?

¿Escarmentarás tú en cabeza ajena?

¿ESCARMENTARÁS TÚ EN CABEZA AJENA? Quinto Horacio Flaco, que acaso no fue ni el quinto hijo de quienes fueran sus progenitores —quizá convenga destacar, por no ser un dato baladí, el elogio que hace de su padre en “Sátiras”, 1. 6. 65-92, donde cabe leer este monumento encomiástico de quien fue escl