Aznar, el guerrero sin antifaz

El primer signo de que su vocación bélica iba bien encarrilada fue un reportaje fotográfico donde me lo disfrazan del Cid para echarse unas risas y Jose Mari va y se lo toma en serio. Por desgracia, buena parte de España también se lo toma en serio, sin darse cuenta de que aquel señor bigotudo en re...
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