La justicia íntima cuando el amor no alcanza

La justicia íntima cuando el amor no alcanza

“Esto no es una cárcel”, insisten los y las responsables. “Pero lo parece”, piensas. Lo piensas tú y lo piensa ella, que te pregunta insistentemente: “¿Cuándo voy a poder salir?”. Tú te agarras a lo que dice la sentencia para contestar, intentando que no se te quiebre la voz: “Máximo, nueve años”. P...

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